Enviado por Lucía Lopez:
Hola DeRose!
Acá va un texto del libro que te mencioné el otro día, sobre el origen de algunas palabras.
Miles de besos!
El sueldo del soldado
Capítulo del libro “Historia de las palabras”, de Daniel Balmaceda.
Como siempre ocurre en nuestro extenso planeta, los vecinos se pelean (tomándose de los pelos o de otras mil maneras). Las fronteras siempre fueron puntos de conflicto. Ni qué decir si el límite natural es un río, ya que la disputa por ese bien preciado podía generar enfrentamientos. Rivus es el término latino que define río. Rivalis eran los ribereños. En nuestro tiempo, cuando se habla de rivales, no es necesario que haya un río en medio de los contendientes.
Se llamó soldado a aquel que recibía un sueldo por pelear. Esto significa que antes de que existieran los soldados ya había sueldos. La palabra proviene de solidus nummus (moneda sólida) con la que se pagaban los servicios. Por lo tanto, la moneda sólida dio lugar al sueldo y el sueldo a los soldados. Pero mucho antes de que la paga al guerrero se hiciera con monedas, se empleaban otros valores, como las especias y la sal, que originó el salario.
Teniente es la forma abreviada de lugarteniente, que provino de la unión de lugar más teniente, y significaba “el que tiene lugar”, en el sentido de poder y autoridad. Coronel se le decía al colonello. Esta palabra italiana designaba a quien comandaba una colonna o columna. Tanto cabo como capitán hacen referancia a caput, cabeza, por ser quienes se hallan a la cabeza de una formación. Decimos caput en latín, kopf en alemán y chef en francés, de donde deriva la palabra “jefe”. Ahora bien, el jefe general era el jefe común a todos, al cual denominamos “general” en forma simplificada. En cuanto al alférez, viene de al-faris, la voz árabe para señalar al caballero. Sobre el caballero debemos decir que era el hombre que tenía el privilegio de combatir montado a caballo.
El centinela (proveniente del italiano sentinella) se encargaba de sentire (oír). Mientras que, en Francia, al ayudante de campo se lo llamaba aide de camp. Quiere decir exactamente lo mismo y es la voz que originó la palabra edecán.